Actividad y Criterios de incorporación de fallas a la base de datos

Las fallas corticales se encuentran ampliamente distribuidas en la superficie terrestre, sin embargo, no todas estas estructuras se encuentran activas o tienen el potencial de generar terremotos.

El objetivo de la creación de la base de datos aquí presentada es diferenciar las fallas corticales cuya actividad reciente ha sido evidenciada bajo distintos criterios. Existen varios puntos de vista desde los cuales clasificar fallas como activas o no, abarcando distintos rangos temporales en los que una falla puede exhibir evidencias de ruptura superficial o deformación del terreno, según el contexto de un área en particular.

El propósito de definir una falla como activa es identificar estructuras con potencial de reactivación en una escala temporal humana. Como determinar el potencial de desplazamiento futuro es una tarea difícil, en bases de datos de este tipo usualmente se aplica un rango temporal.

Así las fallas Activas han sido clasificadas de la siguiente manera:

(1) Fallas de actividad Probada. Se asocian a eventos sísmicos históricos o tienen evidencias publicadas y concluyentes de desplazamiento durante el Holoceno.

(2) Fallas de actividad Probable. Exhiben evidencias directas de ruptura superficial o deformación durante los últimos 125.000 años. [1]

Una tercera categoría fue incorporada para las fallas Potencialmente Activas:

(3) Fallas de actividad Posible. Las evidencias geológicas o geomorfológicas de rupturas superficiales que afectan la evolución del paisaje permiten posicionar la actividad de estas estructuras en el Cuaternario y poseen indicios que permiten conjeturar su actividad en el rango temporal propuesto de 125.000 años.

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[1] Límite temporal definido a partir de la distintiva terraza marina formada a lo largo de la costa Pacífica tras el último periodo interglacial (MIS 5e), la cual constituye un marcador geomorfológico temporal adecuado para observar el desplazamiento y clasificar la actividad de las fallas (Jara-Muñoz et al., 2010; Marquardt et al., 2004).

Cabe destacar que, muchas estructuras consideradas como activas pueden no generar terremotos significativos en un futuro cercano, mientras que otras fallas menos conocidas, que no han registrado sismicidad instrumentalmente, podrían desencadenar terremotos de magnitudes relevantes. Por esto, es importante tener en cuenta que el hecho de que una falla haya sido clasificada como activa no implica un riesgo inminente. Esto depende de cada falla cortical en particular.

Por otra parte, sin duda existen otras estructuras tectónicas activas por reconocer a lo largo de Chile que no han sido incluidas en la base de datos. Sin embargo, actualmente estas no han sido incorporadas en el presente catálogo debido a que no existen evidencias físicas de preservación de marcadores en depósitos recientes o geoformas que categóricamente prueben su actividad.